Supersticiones de grandes deportistas: rituales que marcaron época

En el deporte de élite todo se mide al milímetro: entrenamiento, táctica, descanso, nutrición… pero hay algo que muchos campeones nunca dejan al azar: sus supersticiones. Ritual o manía, para ellos es casi tan importante como el propio talento. Y lo curioso es que algunos de estos hábitos han pasado a formar parte de la cultura deportiva.
Michael Jordan y sus “shorts de la suerte”
La leyenda de la NBA siempre jugaba con los pantalones cortos de la Universidad de Carolina del Norte debajo del uniforme de los Chicago Bulls. Era su forma de mantener cerca el espíritu de sus orígenes y, según él, un amuleto indispensable.
Rafael Nadal y sus rituales en pista
El tenista español es un manual de supersticiones: colocar las botellas alineadas, ajustarse el pantalón, tocarse el pelo, los pasos antes del saque… gestos repetidos hasta la obsesión. Detrás de ellos, Nadal dice encontrar concentración y orden mental, aunque para los rivales es todo un enigma.
Serena Williams y sus zapatillas
La campeona de tenis confesó que siempre usaba las mismas medias y zapatillas durante un torneo en el que iba ganando. Para ella, cambiar de equipación podía romper la racha positiva.
Cristiano Ronaldo y la pierna derecha
CR7 es conocido por su disciplina férrea, pero también por su ritual al entrar al campo: siempre con el pie derecho primero, seguido de un pequeño salto y giro. Un gesto que repite desde sus inicios en Madeira hasta los grandes escenarios europeos.
Tiger Woods y el rojo del domingo
El mejor golfista de todos los tiempos se viste siempre de rojo los domingos, día decisivo en los torneos. La costumbre viene de su madre, que le decía que ese color le daba poder y confianza. Desde entonces, el “Sunday Red” se convirtió en marca personal.
Supersticiones y apuestas: ¿casualidad o psicología?
Aunque estas manías no cambien realmente el resultado, lo cierto es que tienen un impacto mental. Para el deportista, suponen seguridad y confianza; para el aficionado, añaden un toque de espectáculo. Y para el apostador, son parte de ese trasfondo que hace que el deporte sea tan imprevisible: porque al final, hasta los más grandes confían en algo más allá de la táctica.
En Betbrothers lo sabemos: las supersticiones en el deporte no deciden partidos… pero la pasión y los pequeños detalles hacen que cada apuesta tenga su propia historia.