Escándalo en Turquía: decenas de árbitros bajo sospecha por apuestas deportivas

El fútbol turco vuelve a ocupar titulares por un motivo preocupante. La Federación Turca de Fútbol (TFF) ha confirmado que cientos de árbitros y asistentes poseen cuentas de apuestas deportivas, y al menos 152 de ellos estarían apostando activamente, según una investigación interna presentada esta semana en Estambul.
Aunque la federación todavía no ha detallado si alguno apostó en encuentros en los que participó directamente, el caso ha levantado serias sospechas sobre la integridad de las competiciones en Turquía.
¿Qué medidas tomará la Federación Turca?
El presidente de la TFF, Ibrahim Ethem Haciosmanoglu, aseguró que el organismo actuará “sin excepciones” para limpiar el fútbol turco de cualquier sombra de corrupción. Los implicados podrían enfrentarse a una suspensión de entre tres meses y un año, según la normativa local.
Pero la situación podría escalar aún más: si la Fiscalía determina que hubo apuestas vinculadas a manipulación de partidos, podrían llegar a enfrentar penas de cárcel.
Un problema histórico que vuelve a estallar
El arbitraje en Turquía lleva años en el centro de la polémica. Violencia contra colegiados, amenazas, acusaciones cruzadas entre clubes… y la llegada fallida de árbitros extranjeros para recuperar la confianza jamás logró apagar el fuego. Este escándalo lo reaviva todo.
En 2023, un dirigente del Ankaragücü agredió a un árbitro en pleno campo tras un partido. En 2024, Fenerbahçe llegó a plantear abandonar la liga por desacuerdo con decisiones arbitrales. El clima de tensión es constante.
Por eso, las revelaciones actuales han sido recibidas con indignación y una preocupación generalizada:
Galatasaray habló de una “crisis de confianza sin precedentes”.
Fenerbahçe pidió transparencia total y rapidez en las sanciones.
Trabzonspor aseguró que el escándalo confirma “un deterioro estructural” que denuncian desde hace años.
¿Y ahora qué?
Mientras se esperan los nombres de los implicados, la liga continúa… aunque bajo una nube de sospecha. UEFA y FIFA ya han solicitado información oficial para garantizar que ningún árbitro vinculado al escándalo participe en competiciones europeas o internacionales.
Lo único claro hoy es que Turquía enfrenta uno de los mayores retos reputacionales de su historia reciente. Lo que ocurra en las próximas semanas podría marcar un antes y un después:


